“No creo en las casualidades en estos temas tan perversos”, afirmó la concejala María Eugenia Schmuck sobre la denuncia de una joven que dijo haber sido drogada en La Misión y después violada. Afirmó que va a “recopilar y sistematizar” otros 15 testimonios similares
La concejala María Eugenia Schmuck aseguró que la denuncia de una joven que dijo haber sido drogada en un boliche y después violada en un departamento no es un caso aislado y pidió investigar “una metodología” extendida en la noche rosarina.
“No creo en las casualidades en estos temas tan perversos”, dijo la edila radical en el programa Radiópolis y añadió: “Queremos saber si es una metodología que se está complicando”.
Según Schmuck, quien habló con la víctima y con la fiscal del caso, ese testimonio se repite entre los jóvenes que asisten a boliches. “Al hablar con estudiantes de distintos colegios la principal prioridad que surge es el acoso y el abuso en los boliches, incluso con casos de violación de chicas de 17 años que van a boliches de mayores”, afirmó.
Laura, la joven que denunció el abuso el fin de semana pasado en La Misión, del Complejo Parque España, habló con Telenoche (El Tres) y dio su testimonio. Dijo que perdió el conocimiento por ingerir una bebida en el local y que luego despertó desnuda en un domicilio desconocido. En Radiópolisañadió que sus violadores eran hombres mayores, de unos 60 años, y que pudo escapar porque estaba la puerta abierta.
Schmuck señaló que deben existir “redes de causalidades para que esta chica termine con estos dos delincuentes”, aunque no responsabilizó de forma directa a los empresarios del lugar. Puede ser, aclaró, redes informales de personas que trabajan en el lugar o lo utilizan.
La concejala pidió que el Concejo fije “reglas para que no pase esto en la nocturnidad” y recordó que la semana pasado hubo otra denuncia por abuso en el local Casita de cristal. Mencionó también otros “15 ó 16 testimonios” que por ahora no fueron oficializados y circulan en redes sociales.
Son relatos similares que indican que “a la mitad de un trago” se sienten mal, se descomponen.
“No es uno, son 15 casos. Vamos a recopilarlos y sistematizarlos, aparentemente no es un caso aislado. En muchos casos son menores de edad”, dijo y tiene que existir un “protocolo”.
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