El psicólogo Guillermo Castro habló del protocolo creado por el club.
Newell's confeccionó un protocolo de prevención y acción frente a posibles abusos y otras situaciones que afectan los derechos de niños y jóvenes. El psicólogo Guillermo Castro, a cargo de la reserva y las categorías juveniles, integrante del departamento de psicología del club, fue uno de los que responsables. Junto a otro psicólogo del club, Julián Pagliaricci, lo presentó en la Superliga, siendo Newell's una de las entidades pioneras al respecto. "El protocolo surgió para reforzar lo que se venía haciendo en prevención", planteó Castro.
¿Cómo surgió el protocolo?
Desde que estuvo Martín Mackey (ex coordinador de inferiores) se empezó a desarrollar un esquema de psicología preventiva para todo clase de situaciones: posibilidades de abuso, grooming, bullying. Aparte se hicieron dinámicas grupales y capacitaciones en enfermedades contagiosas y en adicciones. La tarea del departamento de psicología del club, aparte de desarrollar y potenciar el rendimiento deportivo de los jugadores, consiste en adoptar acciones preventivas para reducir posibles daños. El protocolo lo armamos entre los psicólogos del club y surgió para reforzar lo que se venía haciendo en prevención. No está estrictamente centrado en el abuso. Abarca a drogas, presencia de armas en la institución e intento de suicidio.
¿Cómo fue la presentación en la Superliga?
Con los psicólogos de otros clubes nos reunimos mensualmente desde hace dos años y compartimos nuestras acciones. Muchos de los clubes no tenían protocolo. Newell's presentó el suyo y la manera de cómo accionar frente a un abuso y otras acciones, por ejemplo el trabajo en la pensión del club. Nuestra tarea es brindar una mano a los otros clubes para prevenir y reducir posibles abusos. Nadie va a estar exento de que pueda llegar a pasar algo así. Es una problemática social muy fuerte a nivel mundial.
Después de la confección del protocolo, ¿qué es lo que sigue?
Estamos capacitando al personal de las diferentes áreas del club, brindándoles información de qué hacer si se prende la alarma. A partir de darles conocimiento, necesitamos un plan de convivencia para llevar adelante de la mejor manera posible el protocolo, con una estructura jerárquica y el cumplimiento de distintos roles. Ojalá lo podamos cumplir.
Ustedes tuvieron el caso del árbitro Martín Bustos por intento de abuso a menores del club (grooming), ¿cómo se protege a los involucrados, ante la masividad de la noticia?
El protocolo estableció que el club tenga un agente que sea el que comunique esta clase de información. Forma parte del plan de convivencia, con un vocero oficial que de la información oficial de lo sucedido. Si no el tema se va de las manos. Eso hace a la competencia de cada uno en el plan de convivencia.
Hoy las mujeres se animan a contar casos de abuso. ¿El futbolista puede llegar a soltarse en algún momento?
Nunca me pasó que alguien contara una situación de abuso. Mientras más tiempo pasa, y más forzado esté ese carácter, más difícil es que se abra para contarlo. Y más si está en un plantel de primera.
El ambiente del fútbol, siendo tan machista, tampoco debe contribuir para que uno cuenta algo así.
Hay muchas cosas, la mirada de afuera, de los compañeros. Pero no sólo pasa en el deportista, sino en cualquier persona adulta está la mirada de la familia, hijos, pareja. Todo eso juega dentro de la mente de la persona y muchas veces inhibe para tener confianza en sí mismo y poder transmitirlo.
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