El presidente Bolsonaro eligió a Carlos Decotelli, pero su currículum contenía títulos falsos. Un supuesto doctorado fue desmentido por la Universidad Nacional de Rosario
El jueves pasado el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, designó a Carlos Decotelli como flamante ministro de Educación de Brasil, pero apenas se conoció el nombre trascendieron irregularidades en el currículum, en el que aludía un doctorado realizado en la Universidad Nacional de Rosario, y como eso fue desmentido por la casa de estudios, ahora la asunción del funcionario quedó trunca.
Pero esa inconsistencia no fue la única en los antecedentes que presentó Decotelli, porque la Universidad de Wuppertal, de Alemania, también negó que la empresa Krone le haya brindado apoyo para investigaciones posdoctorales como alegó el postulante a la cartera educativa de Brasil.
Ante la abrumadora demostración de las falsedades en las credenciales de Decotelli, el implicado confirmó que no asumirá el cargo.
El hipotético doctorado de Decotelli que había realizado en la Universidad Nacional de Rosario fue negado por el propio el rector Franco Bartolacci, quien descartó que el elegido por Bolsonaro hubiera obtenido un título de la casa universitaria de la ciudad.
Pero las inconsistencias del currículum de Decotelli no sólo eran de entidades extranjeras de Brasil, ya que las propias entidades de ese país desmintieron al fallido ministro, porque la Fundación Getúlio Vargas también negó que el economista fuera profesor o investigador en la institución.
Lo paradójico fue que pese a las contundentes demostraciones de falsificación académica, Bolsonaro no ponía reparos en que Decotelli fuese su tercer ministro de Educación, incluso el propio designado estaba dispuesto a asumir igual, pero fue la intervención del gabinete nacional la que abortó la iniciativa.
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