Los micoorganismos que provocan la afección ingresan al cuerpo a través de heridas abiertas y los síntomas pueden comenzar en horas. El caso de una mujer que ya perdió el 30 por ciento de su brazo.
Christin Lipinski, una profesora de educación especial que reside en Arizona, Estados Unidos, se recuperaba de una gripe cuando de repente empezó a sentir un dolor muy agudo en la axila.
Su esposo, Nate, llamó a una ambulancia que la trasladó al centro de salud más cercano y allí le diagnosticaron fascitis necrosante, también conocida como bacteria “comecarne”.
Se trata de una de las bacterias más mortíferas y se ignora cómo pasó a estar en su cuerpo, aunque normalmente se suele contraer a través de una herida abierta.
Lo único que está claro es que se está alimentando de sus tejidos blandos, destrozándolos. A las doce horas de empezar a sentir los primeros síntomas, Lipinski, de 30 años, ya se había sometido a dos operaciones para extirpar el 30 por ciento de su brazo.
Según informa el Daily Mail, el objetivo de retirar los tejidos infectados era evitar que la bacteria se propague por todo el organismo e intentar eliminarla de raíz.
A una semana de la primera operación, ya le realizaron otras siete cirugías. No obstante, los médicos aún siguen encontrando rastros de la bacteria en su cuerpo.
“Se sentía como si estuviera en un sueño horrible del que no se podía despertar. Para mí, esto ha cambiado nuestra vida y eso que aún no hemos pasado por la parte más difícil”, explicó Nate al medio inglés.
El tratamiento médico al que se tiene que someter Lipinski tiene un precio bastante elevado, por lo que la familia ha creado una página de Go Fund Me para recaudar los fondos necesarios.
Aunque se la conoce como “infección comecarne”, hay más de un tipo de bacteria que puede causar esta rara enfermedad: bacterias que incluyen al Streptococcus del grupo A, Klebsiella, Clostridium, Escherichia coli, Staphylococcus aureus y Aeromonas hydrophila.
Una vez en el cuerpo, las bacterias se pueden diseminar de forma muy rápida y es cuestión de horas para que aparezcan los síntomas de la fascitis necrosante.
La manera recomendada de evitar este y otro tipo de infecciones es realizar un cuidado minucioso de las heridas abiertas o drenadas y tenerlas siempre limpias o vendadas.
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